VAN GOGH Y DERAIN

Vincent van Gogh, El olivar (detalle), 1889, National Gallery of Art, Washington,

André Derain, Montañas en Collioure (detalle), 1905, National Gallery of Art, Washington

Como hemos visto en la unidad anterior, Van Gogh es una de las principales figuras del postimpresionismo y Derain pertenece a la oleada de pintores fauvistas de comienzos del siglo XX. Lee los siguientes textos:

1. Al naturalismo impresionista vinculado a la apariencia de las cosas se oponía, con diversas motivaciones e intenciones (...)la pintura visionaria de V. van Gogh sensible a los significados emocionales que se ocultan en las cosas. Su obsesión por plasmar el aspecto de las cosas bajo luces diferentes le lleva a utilizar una pincelada muy rápida y personal (...) con la finalidad de captar la incidencia de la luz cambiante (...)

VV.AA. Enciclopedia de arte. Garzanti-Ediciones B. Barcelona, 1991. Pág. 774

2. En cualquier pintura fauve se aprecia una clara huida del proceso imitativo que implica plasmar la realidad tal cual es. En ese sentido el movimiento fauve se opone al Impresionismo y al Postimpresionismo, pero, en cambio, desde un punto de vista técnico, existe una filiación evidente con respecto a las obras efectuadas en el seno de esas corrientes decimonónicas.
En algunas obras del momento inicial del Fauvismo se advierte el empleo de la técnica divisionista, así como el uso de gruesos empastes. Poco a poco, sin embargo, tanto Matisse como Derain abandonaran el divisionismo y se decantarán por el empleo de las pinceladas sueltas y vigorosas. Esta técnica, junto a una nueva concepción del color, es quizás uno de los aspectos formales más característicos del Fauvismo.
En realidad, el logro más importante que aportaron los artistas de esa tendencia fue la manifiesta autonomía del color con respecto a la forma. El color se convierte en auténtico protagonista de las pinturas, sin hallarse supeditado jamás a lo que estas representan. Es interesante señalar que, pese a lo avanzado de la concepción cromática fauvista, los temas desarrollados por Matisse y su grupo no se diferenciaron en absoluto de las manifestaciones de finales del siglo pasado. Así, los paisajes rurales y algunas vistas de ciudades fueron las temáticas más tratadas, junto a los retratos y a los interiores con naturalezas muertas.
Otra de las características del arte fauve, muy conectada con las nuevas soluciones cromáticas que implicaban una preferencia por el uso de colores primarios y complementarios, es el interés por la luz. No en vano Matisse y Derain experimentaron conjuntamente, durante el verano de 1905 en Collioure, los cambios cromáticos que se producían debido a la fuerte luz del sol que allí había Las propias zonas de sombra daban lugar a los más atractivos contrastes de color, sin llegar a percibirse jamás manchas oscuras o negras, cargadas de tristeza.
En el Fauvismo resulta evidente el sentido vitalista y dinámico concedido al color, a la par que, la técnica de pinceladas sueltas y de manchas, se supedita al triunfo de la exaltación del mismo.
Lourdes Cirlot.- Las claves de las vanguardias artísticas en el S. XX. Ed. Arín. Barcelona. 1988. págs. 15-19


PRÁCTICA: A través de los textos y de las imágenes que hemos ofrecido, debes hacer las siguientes cuestiones:
-Explica las principales características formales del Postimpresionismo y el Fauvismo
-Analiza la importancia de la luz y el color en ambas tendencias, ayudándote de los textos y de las imágenes.

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